1ra. Nota del día: Riqueza relativa de América latina

Ahora que se está hablando de pobreza en Colombia, conviene mirar la situación relativa y la evolución histórica de este país con respecto a los países vecinos. Acá presentamos el PIB per capita, una medida estándar utilizada por los economistas. Da una idea de la riqueza relativa del país, pero no significa más. Sobre todo, no significa que cada habitante posee realmente una misma suma x de dólares, porque dentro de cada país hay desigualdades y concentración de la riqueza.

La serie se basa en los datos disponibles en Penn World Table. Las cifras fueron compiladas por Alan Heston, Robert Summers and Bettina Aten, Penn World Table Version 6.2, Center for International Comparisons of Production, Income and Prices at the University of Pennsylvania, September 2006.

Sobre los 9 países, sobresalen tres bloques: el primero está formado por los países que eran ricos en los años cincuenta: Argentina, Uruguay, Venezuela y Chile. Los dos primeros eran el granero del mundo, los dos últimos potencias energéticas.

En el segundo grupo están los países que eran pobres en los años cincuenta: México, Perú y Colombia. Eran países semi industrializados, con recursos energéticos, ya mayoritariamente urbanos.

El último grupo está compuesto por los países muy pobres en esos mismos años cincuenta: Brasil y Ecuador. El gigante y el enano de Latinoamérica tenían en común su débil riqueza por cabeza.
Hasta los años ochenta, con políticas como la “sustitución de importaciones” craneada por Prebisch, hubo un ascenso sostenido en todos estos países. En particular, Brasil y México se ubicaban ahora entre los países ricos del primer del grupo.

Viene la hecatombe de los años ochenta, la “década perdida”: lo acumulado se pierde.

Trágicamente, para los tres países más ricos de Suramérica en esos años: Argentina (que vuelve a su nivel de 1960), Venezuela (que aun no se repone) y Uruguay. Para los países más pobres, el choque es profundo: en los años noventa, Perú vuelve a su nivel de los años cincuenta, mientras que Ecuador detiene su crecimiento. En esos años catastróficos para toda Latinoamérica, Colombia mantiene un crecimiento, bajo, pero sostenido. Es la excepción.

A principios de la década del 2000, la situación es la siguiente: sólo Chile, Argentina y Uruguay tienen un PIB per capita superior a los 10.000 dólares. Otra vez, el Cono Sur se impone. México, Brasil y Venezuela forman un segundo grupo, el de los países intermedios, que tienen un PIB per capita… ¡similar al de la Argentina de los años 50! [Tantas vueltas para llegar a ese punto de partida]. La situación política de esos países, sus populismos, sus liderazgos de izquierda (Amlo, Lula, Chávez) también recuerdan en algo el peronismo de entonces.

El último grupo es el de los países rezagados: Perú, que tiene hoy el nivel de PIB per capita que tenía en los años sesenta (!), y Ecuador. En estos países ha habido una enorme inestabilidad política y social: la gente se va del país (son países con tasas de emigración más altas de Sur América) o sale a la calle a tumbar presidentes (los presidentes, por regla de los últimos años, no terminan sus mandatos en estos países).

Colombia tuvo durante buena parte del siglo XX un crecimiento moderado,
muy lejos de la rica Venezuela. Hoy, las posiciones se han modificado:
después de lograr un crecimiento inusitado, Venezuela ha tenido un
descenso constante. Colombia sigue escalando a paso de mula, mientras que a Perú y Ecuador les queda mucho tiempo por remontar.

Guardando la misma escala en los gráficos, la figura de abajo detalla la evolución los cuatro grandes de Latinoamérica: Chile, Argentina, México y Brasil.

Chile tiene una producción diversificada: es primer productor mundial de varios minerales, pero también es exportador importante de bienes agroindustriales (es el primer exportador mundial de salmón, un importante productor de vino y de harinas de pescado) y tiene una industria desarrollada. Chile tiene una de las tasas más bajas de emigración del continente. A su lado está Argentina, que se repone del tramacazo del 2000. Mantiene su vocación de país agroexportador. Tiene una población más formada que el promedio latinoamericano.

Brasil y México tienen la mayor población del continente suramericano (de ahí su peso relativo más débil). Son grandes exportadores de mano de obra (especialmente México, con unos veinte millones de mexicanos en Estados Unidos). Mientras México depende enormemente de la economía de Estados Unidos, Brasil, Argentina y Uruguay son el motor del Mercosur.