LIBERTAD DE PRENSA ES DEL PUEBLO - 1ra. Nota del día

REYES THEIS

EL UNIVERSAL

Markhan Bench tiene un trabajo interesante: dentro de sus funciones como director ejecutivo del Comité Mundial de la Libertad de Prensa, viaja supervisando el respeto a tal derecho en varios países del mundo.

Tras llegar a Venezuela, a Bench-quien además es presidente del Comité de Comunicación e Información de la Comisión Nacional de Estados Unidos para la Unesco- le impresionó que en Venezuela existan leyes de desacato y ver al presidente de la República Hugo Chávez insultar a un canal de televisión.

-¿A qué se dedica el Comité Mundial de la Libertad de Prensa?

-Es una organización que depende de fundaciones (no acepta dinero de ningún gobierno), para poder criticar. Entre nuestros objetivos, hacemos lo posible por eliminar en todo el mundo las leyes de desacato y difamación criminal. No creemos que ningún periodista por escribir algo deba ser encarcelado. Si hay difamación legítima y probada, creo que el proceso civil es suficiente.

-¿Cuál es la causa de su visita a Venezuela?

-Apunta a tratar de eliminar eso que está vigente en su Constitución (las leyes de desacato). En los últimos tres años se han eliminado nueve de estas leyes en las Américas y para nosotros es importante, porque causan autocensura. Entre los países donde se han eliminado están Argentina, Costa Rica y Chile.

-¿Cuál es la situación sobre estas leyes en el Hemisferio?

-Hay una evolución hacia eliminarlas, por eso nos sorprende tanto, que en un país tan adelantado existan, aunque también existen en España. El problema de estas leyes es que no tiene nada que ver con la veracidad. Si se dice una cosa y ofende, ya es un insulto y la persona es encarcelada o multada. Si la información es verídica debería poder describirse al público. La libertad de prensa no es para el periodista, es para el pueblo y esas leyes causan autocensura.
-¿Cómo evalúa el tema de la libertad de expresión en América Latina?

-Depende de las leyes y del tono del mandatario. Por ejemplo, fui a Globovisión a dar una entrevista, en medio de ella hubo un corte y pasaron al presidente del país (de Venezuela) diciendo que en Globovisión eran unos locos. Ese tono, después del cierre de RCTV, manda un mensaje a todos los medios, no sólo a la televisión y la radio, de que "deben seguir mi línea". Hay muchas otras maneras de intimidar y causar problemas, como dejar fuera a algunos diarios en la repartición de la publicidad gubernamental. Este país, que yo sepa, no ha dicho "no vamos a dejar importar papel a los que me oponen" o "le vamos a aplicar un impuesto enorme", pero eso ocurre en otros países.

-¿Qué pasa cuando los medios se convierten en factores políticos de oposición?
-Es un enorme problema.

-La veracidad de la información, ¿tiene que ver con un compromiso ético?
-Claro, el periodista está comprometido a decir la verdad, pero no hay una sola verdad. La semana pasada yo estuve en la conferencia general de la Unesco y se hizo un borrador de una resolución que decía que los medios deben ser responsables y demostrar la más alta ética y profesionalismo. Pero nos preguntamos: ¿quién determina si el profesionalismo es alto? Nosotros añadimos, "determinado por los propios profesionales". Hay que destacar que los derechos humanos no son negociables, es la única manera de asegurar la transparencia. Sin un periodismo independiente, robusto y privado, no hay democracia legítima y pura.

-¿Están los periodistas habilitados para decir lo que quieran y cuando quieran?
-Hay libertad y libertinaje, nosotros somos una organización de libertad de prensa y no de expresión. Un purista diría que el derecho es a expresar cualquier cosa, entonces uno podría preguntar: ¿La pornografía de niños está bien?, porque es una expresión. Nosotros decimos: de ninguna manera, eso no se puede defender, pero un artículo en la prensa sobre ese tema está bien, con tal de que no sea pornográfica su exposición. El libertinaje no es defendible.

-Dicen que no se puede ofender a los "representantes del pueblo", porque "se ofende al pueblo".
- Al contrario, si el primer mandatario de cualquier país no contesta al público, no representa al público.