Argentina: Calentamiento global podría agravar crisis energética Argentina - 1ra. nota del día

Por Hilary Burke

BUENOS AIRES oct 8 (Reuters) - El calentamiento global podría agravar en los próximos años las actuales restricciones energéticas que padece Argentina, ya que bajaría el nivel de las aguas de algunas represas, dijo el Gobierno el lunes.

Las lluvias han mermado en parte de la región andina del país, reduciendo la oferta de agua disponible para las centrales hidroeléctricas del Comahue, en la Patagonia, que son clave para el sistema argentino.

Mientras las opciones renovables para generar energía son costosas y escasas, el fenómeno de la falta de precipitaciones podría continuar debido a que se espera que las temperaturas promedio suban un grado entre el 2020 y el 2040, según indica un estudio que Argentina enviará a las Naciones Unidas.

Pero con la exigua transferencia de tecnología desde los países desarrollados y con los precios de la energía prácticamente congelados en el mercado doméstico, son muy pocas las compañías que están invirtiendo en fuentes alternativas renovables, dijeron funcionarios argentinos.

"La humanidad está mirando hacia abajo en el tema de energía, deberíamos estar mirando hacia arriba," dijo la secretaria de Ambiente, Romina Picolotti, refiriéndose a la priorización de las reservas bajo tierra en lugar de apoyar la generación de energía solar y eólica.

"Hace falta mejorar la tecnología, hacerla mas barata, y promoverla con incentivos. Pero también hace falta que los países desarrollados transfieran tecnología de una vez por todas," añadió.

La matriz energética argentina es relativamente limpia. Alrededor del 50 por ciento de la electricidad procede de plantas hidroeléctricas, el 40 por ciento de centrales de ciclo combinado, mayormente alimentadas a gas natural, y el 8 por ciento de reactores nucleares.
Pero la tercera economía latinoamericana ha crecido a más del 8 por ciento en los últimos cinco años, y la demanda superó el ritmo de la inversión en el sector de energía, lo que dejó al descubierto las limitaciones de oferta.

Las reservas de gas natural están cayendo y el país comenzó a importar fueloil y diésel, más caros y más sucios, para abastecer las plantas termoeléctricas, además de comprar electricidad y gas natural en el exterior.

Las tecnologías más limpias tienden a ser costosas y los bajos precios de la energía en Argentina podrían no resultar estimulantes para la inversión que se necesita, dijo Nazareno Castillo Marín, director de la Oficina de Cambio Climático.

"Hay pocos incentivos (para invertir), pero empiezan a aparecer oportunidades por el hecho de caer en un contexto donde la oferta está restringida," dijo Nazareno Castillo Marín, director de cambio climático de la secretaría.

Una opción para las compañías es intentar obtener créditos de carbono en el marco del Protocolo de Kioto, que compromete a la mayoría de los países industrializados a recortar sus emisiones de gases con efecto invernadero.

El protocolo permite a empresas e inversores de las naciones ricas invertir y obtener ganancias gracias a una merma en la producción de dióxido de carbono en países más pobres.
Pero Picolotti dijo que, a pesar de que este mecanismo es bienvenido, no es la solución.

Los científicos dicen que el calentamiento global es avivado por el uso de combustibles fósiles, como el petróleo crudo, que contribuye a derretir los glaciares y a subir el nivel de los mares en los polos.

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